Iván Nespereira

Caliza

¿Qué ideas se te pasaron primero por la cabeza al recibir el encargo?

Llevo trabajando desde hace un tiempo sobre la piedra y los diferentes usos que se le da
en Galicia, intentando evitar el más común —como materia prima en la construcción— y registrando los que son más inusuales: los rituales y creencias que la utilizan como parte, los usos efímeros marcados por sus características de peso y volumen, su parte lúdica en deportes como la escalada... De ahí que desde un principio buscase relaciones entre el Camino y la piedra. En un primer momento me interesó el ritual de apertura de la Puerta Santa que se realiza el 31 de diciembre anterior al Año Santo, en el que un muro de piedra efímera se derrumba después de golpear el arzobispo de Santiago él mismo y que simboliza la apertura de la Puerta Santa, que sólo está accesible los años xacobeos. Pero como este año 2021 el ritual ha cambiado y se ha eliminado la parte del muro de piedra, yo descarté la idea de trabajar sobre ello. Al mismo tiempo me estaba documentando y encontré el hecho alrededor del que gira mi trabajo Caliza. En el Códice Calixtino se nombra que los peregrinos recogían una piedra caliza que transportaban hasta un horno próximo a la localidad de Arzúa, donde se procesaba para obtener cal que, posteriormente, se llevaba a Santiago para fabricar la argamasa que se utilizaba en la construcción de la Catedral de Santiago. Curiosamente, en las últimas obras que se han ejecutado en la Catedral de Santiago se está aplicando de nuevo argamasa de cal, eliminando el concreto que se aplicó durante años y que se pensaba que era más adecuado que la cal. El tiempo ha llevado a los expertos a reconsiderar la argamasa de cal como el elemento de unión entre bloques de piedra más adecuado. El mortero de cal transpira, es más duradero y es bactericida. Estas características lo hacen más apropiado que el cemento.

¿Podemos decir entonces que hay una cierta colectividad en el proceso de construcción de la Catedral de Santiago?

Me resulta muy curiosa la razón por la que un peregrino cualquiera que realiza el Camino en el siglo X o XI por motivos espirituales se agacha a coger una piedra a más de 100 km de su destino y la transporta para poder aportarla a la construcción de un templo. Y cómo ese gesto se convierte en un movimiento colectivo de tal magnitud que el primer libro que se centra en la peregrinación xacobea se hace eco de ello. Ese pequeño gesto, que en su momento fue insignificante, se convierte en un movimiento colectivo que posibilita la construcción de una de las catedrales con más devotos en el mundo.

¿Cómo entronca el encargo con tu práctica habitual?¿Has cambiado tu proceso habitual de trabajo para este proyecto?

El principal contratiempo que me supuso el encargo fue encajar los tiempos. Yo compagino trabajo comercial y trabajos personales. Por la urgencia que exigen habitualmente los trabajos comerciales intento aplicar tiempos largos de producción a mis proyectos personales. Al tener una fecha concreta de entrega, me tenía que adaptar. De todas formas, los procesos de trabajo no han cambiado con respecto a otros proyectos que he desarrollado anteriormente. He tenido tiempo para realizar una investigación previa a la toma de imágenes, lo que me permite llegar a los espacios a fotografiar con las cosas claras, y el tiempo de edición ha sido idóneo.

Tu proyecto observa desde una perspectiva artística elementos fragmentados del Camino de Santiago. ¿Cómo operan los fragmentos frente a la idea del Camino de Santiago? ¿Ha variado tu perspectiva sobre el Camino una vez realizado el proyecto?

Si miro atrás, veo que mis trabajos están relacionados en la mayoría de ocasiones con un recorrido o con un desplazamiento. Pero este Camino no está compuesto por elementos que avanzan de forma lineal, sino por fragmentos que contienen los diferentes temas que registro de forma no lineal. Creo que esto es algo que se repite en Caliza. Los diferentes elementos fotografiados o filmados aportan información para formar un todo. No se relata el desplazamiento directamente por la línea que marca el Camino, pero si unes las partes, de algún modo, se muestra un desplazamiento más formal que espacial. En cuanto a la segunda cuestión, yo tengo la perspectiva de alguien que vive en Santiago de Compostela desde hace más de 20 años y que, en los últimos 10, vive pegado a la última etapa de la Vía de la Plata. Además, he realizado diferentes trabajos comerciales en el ámbito de la publicidad. Por ello tenía una idea de camino concreto, próxima a la representación que se hace del Camino para promocionarlo. Ahora, tras la realización de Caliza, he encontrado una capa, ligada más a la materia prima y al trabajo, de la que anteriormente no tenía conocimiento. He descubierto que el Camino sirvió como vía de transporte de materia prima para la construcción de un templo, y que los peregrinos fueron, en cierto modo, trabajadores y medios de transporte. Era una capa que desconocía del mismo.

¿Cuál es la relación con la materia que se despliega en tu proyecto?

La piedra caliza como materia prima es el elemento principal de la pieza. En las diferentes partes del vídeo se muestran diferentes procesos relacionados con la misma: la extracción, el procesado, la catalogación, la representación. Como ya he comentado antes, me interesa mucho la idea que tanto el medio, el Camino, como los actores, los peregrinos, tuvieron un rol diferente al que yo conocía. Una vía de peregrinación espiritual se convierte en un trabajo y en una vía de abastecimiento de materia prima para una construcción, y los peregrinos que la transitan de alguna forma son promovedores de una materia prima que posibilita la construcción de un edificio que tiene un simbolismo muy fuerte.

¿Cuál es el papel de la fotografía y del vídeo en tu proyecto?

Hace ya muchos años que registro indistintamente con vídeo y fotografía. A veces me planteo utilizar uno u otro soporte exclusivamente, pero en la mayoría de ocasiones no cumplo con el planteamiento inicial. En el caso concreto de Caliza, desde un inicio se me plantea que la exposición se va a realizar en formato proyección, por lo que hago el registro en vídeo. Casi sin darme cuenta, empiezo a tomar también fotografías; a veces cuando realizo el trabajo de localización e investigación; a veces cuando termino el registro en vídeo, casi siempre en forma de notas. Finalmente, y una vez más, me encuentro con que tengo tres formatos de registro (vídeo, sonido y fotografías) que se irán aplicando a los diferentes formatos (exposición, publicación).

¿Qué esperas que encuentre el espectador al enfrentarse a tu propuesta? ¿Cuál es para ti la conclusión de este acercamiento al Camino?

Con mi propuesta intento documentar un hecho que no es muy conocido y en el que se juntan diferentes temas que a mí me atraen: la materia prima, la mano de obra, la catalogación, la construcción. La narración que empleo no es lineal, no describe los hechos desde un punto de vista tradicional. Como hemos hablado, utilizo fragmentos, las partes de la historia que hacen evolucionar y provocan cambios. Espero que el espectador pueda, como mínimo, ver que, detrás de algo tan macro como el Camino de Santiago, hay pequeños gestos que han sido fundamentales para el desarrollo de la historia. Y son estos pequeños gestos, estos pequeños movimientos, los que me interesan y registro en mi trabajo. Desplazamientos que forman parte de las estructuras que rodean la historia; el Camino, en el caso de Caliza. Peregrinos, caminos, montañas, templos, libros. Interactúan y se combinan entre ellos para escribir unos procesos históricos concretos. Una historia no lineal.

*Conversación entre Nicolás Combarro e Iván Nespereira (Santiago de Compostela 2021)


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